domingo, 13 de julio de 2008

LA INQUISICION PROGRESISTA LLEGA
HASTA LOS MONITOS ANIMADOS




Memin Pinguin, un "peligroso"
personaje infantil segun la Inquisicion
Progresista

La unilateral injerencia de lo politicamente correcto y de la inquisición progresista es tan fanática que llega a caer en lo ridículo, llegando a ver "enemigos" incluso en personajes infantiles o monitos animados de más de 40 años de antiguedad, y muy populares en sus paises de origen.
Esta noticia, aparecida en El Mercurio del 13 de julio, no se todavía si debiera hacernos reír o llorar por su absurdo contenido. Dice así:

"Esta semana, la cadena comercial norteamericana Wal Mart sumó otro caso al historial de conflicto entre lo políticamente correcto y las obras de entretención popular. Wal Mart sacó de sus estanterías la historieta mexicana Memín Pinguín, una tira cómica basada en un personaje creado en los 40 por Yolanda Vargas y puesto en papel por el dibujante Sixto Valencia. El comic relata las aventuras de un niño negro, de ojos redondos y gruesos labios. La razón esgrimida por Wal Mart para retirar de la venta la historieta fue que algunos clientes podrían juzgar el comic como una manifestación racista por representar un estereotipo de las personas de origen africano. Los problemas con la historieta en Estados Unidos son anteriores. En 2005, Memín Pinguín fue objetado por el propio presidente Bush, cuando vio la imagen del niño convertida en estampillas de correos. El ex presidente mexicano Vicente Fox tuvo que salir en defensa del comic y de las estampillas que se elaboraron con la imagen del personaje.

En México, Memín Pinguín tiene la celebridad de Mampato en Chile.

El caso de Memín Penguín se suma al de la historieta belga Tin Tin, que fue puesta bajo sospecha de racismo, pero en Inglaterra. En abril de este año fue reeditado "Tin Tin en el Congo", uno de los libros de la serie que muestra al rubio personaje creado por Hergé corriendo sus aventuras en Africa.

La reacción no se hizo esperar. La Comisión de Igualdad Racial de Gran Bretaña señaló que el volumen era tendenciosamente racista, y sectores de la sociedad civil declararon que el libro hacía parecer a las personas de origen africano "como monos y como imbéciles".

El choque entre aquello considerado en la actualidad como "políticamente correcto" (en el sentido más norteamericano de la expresión) y las creaciones destinadas al público infantil no sólo se han restringido al ámbito del racismo.

El año pasado, la reedición en DVD de los primeros capítulos de la serie infantil Sesame Street (cuya versión latinoamericana se llamó Plaza Sésamo) provocó revuelo. Los primeros volúmenes reeditados de la versión original de 1969 contenían la advertencia de que se trataba de un contenido para adultos no apto para preescolares, que era el público original de la serie. La razón es que muchas de las conductas que se retrataban resultaban reñidas con la corrección política actual. El Monstruo de las Galletas -uno de los personajes más populares del programa- aparecía en una secuencia con una pipa y comiendo a destajo, lo que en la actualidad se considera un modelo que lleva al tabaquismo y la obesidad. En otro episodio, una niña traba amistad en la calle con un hombre adulto que la lleva a su casa a jugar sin mayor alarma. Eso, sumado a que Oscar el Gruñón -también conocido como Oscar the Grouch- resultaba un personaje poco educativo por su misantropía y debilidad por el sarcasmo, provocó que los primeros episodios de Sesame Street fueran reclasificados. Ya no eran un asunto de niños."

¿Llegará el día en el que Condorito sea censurado y prohibido por la Inquisición progresista por hacer alusión indirecta a las personas con narices prominentes ?